Salón del arquero, redacción del diario "Arriba España"
Calle Zapatería nº 50 de Pamplona.
20 de septiembre de 1940, 3'45 h. de la madrugada
-¿Quiere decir que sabe dónde se oculta ese supuesto grial cátaro, don Gabriel?
-No, Angel María. Lo que estoy intentando explicarte es que hay otros que creen tener la pista definitiva para encontrarlo. Y ese rastro, que llevan años siguiendo, los ha conducido ahora al corazón de Navarra...
-Pero quiénes son esos otros, ¿los alemanes?
-Yo prefiero distinguir entre alemanes y nazis. Claro que no obligo a nadie a compartir mis criterios políticos...
-Puede usted pensar lo que quiera, pero no es el partido Nazi quien está conquistando Europa país a país, sino Alemania. Los tiempos imperiales de su querida Inglaterra tocan a su fin, y un nuevo Reich se alza desde el centro del continente para llevarlo a su pleno apogeo. Y no parece que el viejo gordo fumador de puros pueda hacer nada ya para evitarlo.
-Si te refieres al primer ministro, Sir Winston Churchill, a lo largo de su vida ha demostrado de sobra su capacidad para escapar a destinos que parecían ya escritos. Tu germanofilia es muy respetable, pero quizás careces de los datos necesarios para formarte una opinión no sólo sentimental, sino también intelectual de este asunto. No importa, yo estoy aquí precisamente para dártelos a conocer.
-¿Pero de verdad quiere usted que crea que, en plena vorágine bélica, los alemanes están buscando un objeto que probablemente no ha existido nunca más que en la imaginación enfebrecida de quienes toman las leyendas por hechos ciertos, y que encima lo están haciendo en Navarra?
-Efectivamente. Y además puedo probártelo. Dime, Angel María, ¿sabes qué es la Ahnenerbe?
-El nombre me suena vagamente de haberlo leído en alguna noticia suelta, aquí mismo, en la redacción del periódico. Quizás pertenezca a un instituto de investigación histórica alemán, aunque no puedo asegurarlo...
-Efectivamente. Su denominación completa es: Studiengesellschaft für Geistesurgeschichte‚ Deutsches Ahnenerbe o, en español: Sociedad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral Alemana. Su propósito es otorgar una cobertura supuestamente científica a las teorías nazis sobre la raza aria. Para lograrlo no han dudado en emprender expediciones arqueológicas y antropológicas por todo el globo. Todo esto, como bien dices, no pasaba de ser algo anecdótico: un caso de simple credulidad en las mitologías con que las distintas civilizaciones han adornado su pasado. Pero este mismo año la Ahnenerbe ha sido integrada en la estructura de las SS, la todopoderosa policía política, que opera a las ordenes directas del Reichsführer Heinrich Himmler, el segundo hombre en importancia del régimen nazi tras el propio Führer Adolf Hitler.
-Perdone, don Gabriel, pero sigo sin comprender en qué puede afectarnos todo esto a nosotros...
-Uno de los miembros más destacados de la Ahnenerbe fue Otto Rahn, un oscuro escritor que acabó convirtiéndose en Obersturmführer de las SS. En 1930, antes por tanto del ascenso de los nazis al poder, se desplazó al Languedoc para intentar confirmar su convicción de que el "Parzival", la críptica obra griálica del poeta medieval alemán Wolfram Von Eschembach, escondía en realidad las claves de la conexión absoluta entre los cátaros y el grial, que áquellos habrían custodiado en la fortaleza de Mountsalvatsche, que Rahn identificaba indudablemente con la de Montsegur. Todas estas teorías suyas las dejó plasmadas en un libro titulado "Cruzada contra el Grial".
Esa supuesta conexión germánica de los cátaros no podía pasar desapercibida para los nazis y su constante propósito de encontrar los orígenes de la raza superior que dicen representar, así que a partir de 1937, y con el concurso de la Ahnenerbe, patrocinaron un nuevo estudio de Rahn, que para entonces ya formaba parte de las SS. Se tituló "La corte de Lucifer", y en él estableció una delirante relación entre los antiguos paganos que lucharon en Germania contra los romanos y los cátaros que en el siglo XIII se enfrentaron a la Iglesia Católica. Defendió además que el Grial fue una piedra preciosa caída de la corona de Lucífer de la que la Iglesia se habría apropiado y convertido en símbolo cristiano, trasmutándolo en la copa que Cristo utilizó en su última cena. Por tanto, los supuestos herejes encarnaron en realidad una rebelión espiritual contra Roma, y los cruzados fueron los servidores de un Satán identificado con la Iglesia Católica y, en sentido amplio, con la cultura judeocristiana. Él mismo se definió de esta forma: "Mis antepasados más remotos fueron paganos; los más recientes, herejes”. Este neocatarismo impulsado por Rahn, y favorecido por Himmler, no puede por tanto tener otro objetivo que servir de fundamento al neopaganismo que el partido Nazi se propone extender por toda la Europa ocupada, borrando toda huella que la religión cristiana o judía hayan dejado en el mundo. De ahí su interés en hacerse con un símbolo sagrado como el Grial. Y es que no estamos hablando simplemente de un asunto arqueológico, Angel María. Se trata de la lucha contra el mal, y estoy firmemente convencido de que si el Grial cae en manos de los nazis, los ejércitos de la oscuridad arrasarán la faz de la tierra...
-Evidentemente a mí todas estas suposiciones pseudohistóricas me parecen un tanto descabelladas, don Gabriel, y no creo que tenga dudas sobre mi ferviente condición de católico. Es cierto que tengo mis ideas políticas, y que éstas simpatizaban más con el Reich que con Inglaterra, por lo menos hasta ahora. Pero todo tiene un límite, y desde luego no favoreceré la extensión de la más mínima mancha de neopaganismo bajo ningún concepto. Aunque deberá proporcionarme aún más información para enrolarme en tan extraña misión. Más todavía si ésta supone, como creo entender, poner fin definitivamente -siete siglos después-, a la Cruzada Albigense.
-Te agradezco tu disposición, Angel María, porque el trabajo que nos espera es ciertamente titánico. Quizás excesivo para dos simples habitantes de una capital de tercer orden como la nuestra. Pero parece que podremos contar con la ayuda y la protección de profesionales formados por el Servicio de Seguridad Británico, el MI 6. Pero veo que sonríes. ¿Acaso esto te supondría alguna dificultad?
-En absoluto. Simplemente recordaba los editoriales que he escrito este mismo año. Por aquí debo tener todavía algunos. De este no hace más que diez días:
"Los caballeros germánicos del aire en 1940, pintan emblemas en sus águilas de acero, como los caballeros germanos de 1140 pintaban águilas en el acero de sus armas o en la gualdrapa de sus caballos. Los escudos, con el tiempo se expanden, se involucran, se enfatizan. Los originarios serían más escuetos y elementales como un totem de heróicas empresas: unos haces lictorios, unas flechas y yugos, una cruz gamada bastan. Y en lo alto, bastan esos peces de plata sobre azur, que hacen huir los leopardos, las arpas y las leyendas francesas de la aristócrata, mercante y corruptora Inglaterra..."
-Sí, pues este otro de hace tan sólo cinco días tampoco te haría muy popular en Trafalgar Square:
"Salimos de un tiempo en que todo ambicioso de la política tenía que aprender el inglés en los diez días que el arribismo bien empleado tardaba en conseguir el poder. Aprender el inglés y las maneras de hacerse grato a Inglaterra, y las maneras de obedecer con dúctil disimulo las órdenes de la embajada inglesa que, bajo todas las latitudes donde hubiera un país débil y un régimen sumiso pretendía aires de virreinato. Ahora sería mejor aprender inglés en diez horas. Las diez horas que puede haber entre dos alarmas aéreas para preguntar, luego, con la suficiente cultura, bajo las bombas incendiarias, por donde se va al refugio más próximo..."
-Por eso mismo me resulta tan extraño que se fíen de mí, don Gabriel. Deben saber ya que siempre defiendo mis ideas con vehemencia, y que nunca las escondo. En cuanto a la "protección" que nos proporcionará el MI 6, me gustaría muchísimo saber cómo ha pensado introducir combatientes británicos en un país neutral como es España...
-Creas lo que creas, esa -la de que cada uno pueda defender libremente sus ideas-, es una cualidad de la que siempre ha blasonado Inglaterra a lo largo de la historia. Y resulta evidente que en otros lugares, aquí mismo sin ir más lejos, nunca hemos podido presumir de algo parecido. Quienes me han proporcionado desde Londres toda esta información por valija diplomática pidieron mi opinión para encontrar a alguien, preferentemente afín al régimen de Franco, que no despertase sospechas ni entre las altas esferas ni entre los nazis que cruzan constantemente la frontera para descansar unos días en Pamplona. Así que yo fui quien te "recomendó" para el puesto, Angel María. En cuanto a la participación de efectivos del MI 6 en este asunto, luego te comentaré lo que he pensado para introducirlos en Navarra sin levantar suspicacias...
-Confío plenamente en usted, don Gabriel. Y en cuanto a mí, ya conoce el dicho: Dios escribe recto con renglones torcidos. Prefiero pensar que eso es lo que está ocurriendo y lo que me va a poner momentáneamente al servicio de la Union Jack. Eso sí: sigo verdaderamente en ascuas por saber cuál puede ser la relación de Navarra con todo este embrollo de espionaje medieval...
-Tienes toda la razón, será mejor que despeje tus dudas cuanto antes...
[Continuará...]
© Mikel Zuza Viniegra, 2012