Palacio Real de Pamplona, 5 de enero de 1387
-¿Pero cómo vamos a disfrazarnos estando el rey de cuerpo presente? ¿Aún no se ha enfriado su cuerpo en la caja y ya estáis pensando en hacer el ganso? ¿No comprendéis que nos mandarán ahorcar por no mostrar respeto?
-Respeto en grado máximo es precisamente lo que mostraremos, que esta fue la última voluntad de don Carlos. Y en este documento quedó sellada con su propio anillo. Nadie podrá por tanto echarnos nada en cara, ni siquiera el propio príncipe Carlos cuando llegue desde Valladolid.
-Pues yo no las tengo todas conmigo, que sólo somos tres, y la guardia personal del rey era -y es- muy quisquillosa. Y el rey sólo hace cuatro días que murió... Dejadme ver ese papel... Sí, no hay duda, aquí lo pone bien claro:
"Yo, Charles, por la gracia de Dios, Rey de Navarra y conde de Evreux. A los que esta carta vieren u oyeren, ordeno y mando que se cumpla mi deseo. Y este es que sean agasajados mis hijos, Leonel, que tuve de Catalina de Lizaso, que ahora tiene diez años; y Johana, que tuve de Catalina de Esparza, que cuenta con nueve, por haber sido el único consuelo y alegría, junto con los proporcionados por mi hijo legítimo y heredero el buen príncipe Carlos, que he tenido en mi vejez. Y se hará de tal modo, dadas las fechas que son, justo como yo les había prometido, y será que tres hombres justos et cuerdos vestirán ropas lujosas et se pintarán el rostro con oleos y aceites para remedar ser los Reyes que de Oriente vinieron a adorar a Nuestro Señor. Et sepan todos que, de poder incorporarme del lecho, haré yo el papel de rey Melchor, que mucha devoción tengo por él, et si non pudiera yo incorporarme, o la muerte me llevase antes consigo, sea mi canciller Pedro de Zabalza -que gusta mucho siempre de hacer monerías- quien lo haga. Et sean entonces los otros dos reyes los caballeros Alberto de Elizalde -que es pelirrojo y sabio, como Gaspar- y Miguel de Zuazu -que es elocuente, retórico y moreno de piel, como Baltasar-. Y habrán de ir los tres juntos a la alcoba del palacio donde residen Leonel y Johana, y habrán de entregarles como regalo a cada uno una espada de madera muy bien labrada y una muñeca muy bien cosida. Entendiéndose que ambos recibirán tanto la espada como la muñeca, que muy partidario soy de educar en igualdad a hombres y mujeres. Además tienen los regalos hondo significado, pues la espada es para que ambos sepan lo que ha costado a su padre defender Navarra; y la muñeca para que tengan muy presente lo que sufrió nuestro pueblo en todas las guerras que emprendí por mi loca cabeza. Et si todo esto no se hiciere tal y como así lo he dispuesto, no descanse mi corazón hasta vengarme del odiado rey de Francia primero, y de los tres supradictos caballeros después.
Obedézcase y cúmplase."
-Pues sí, no cabe duda de que don Carlos lo dejó muy claramente establecido. Y buena cosa será hacerle caso, no sólo por no tener su tembible corazón latiendo sobre nuestras cabezas durante siglos, si no porque esos pobres mocetes estarán aterrados en su habitación, con todo este ruido de campanas atronando a muerto por toda la ciudad, y sobre todo con la tristeza de haber quedado huérfanos de padre tan distinguido.
-En eso tenéis razón, que mucha alegría les dará saber que su último mandamiento lo dictó pensando en ellos. Pero aún así me niego a dar un paso si no incluimos también a los huérfanos del cercano Hospital de San Miguel en este embrollo de los regalos no sexistas e igualitarios.
-¿Y de dónde sacaremos los carlines necesarios para tanto chaval? Porque las arcas reales están completamente vacías...
-¡Zabalza lo pagará todo, como siempre!
Et dicen que mucho se alegraron Johana, Leonel y todos los muetes del Hospital de San Miguel por recibir tales regalos, que este cronista espera y desea que no sean nada comparados con los que tod@s l@s lector@s de mi Blog reciban esta noche.
Y sed buen@s, al menos tanto como el rey don Carlos II de Navarra.
© MIKEL ZUZA VINIEGRA, 2017
-¿Pero cómo vamos a disfrazarnos estando el rey de cuerpo presente? ¿Aún no se ha enfriado su cuerpo en la caja y ya estáis pensando en hacer el ganso? ¿No comprendéis que nos mandarán ahorcar por no mostrar respeto?
-Respeto en grado máximo es precisamente lo que mostraremos, que esta fue la última voluntad de don Carlos. Y en este documento quedó sellada con su propio anillo. Nadie podrá por tanto echarnos nada en cara, ni siquiera el propio príncipe Carlos cuando llegue desde Valladolid.
-Pues yo no las tengo todas conmigo, que sólo somos tres, y la guardia personal del rey era -y es- muy quisquillosa. Y el rey sólo hace cuatro días que murió... Dejadme ver ese papel... Sí, no hay duda, aquí lo pone bien claro:
"Yo, Charles, por la gracia de Dios, Rey de Navarra y conde de Evreux. A los que esta carta vieren u oyeren, ordeno y mando que se cumpla mi deseo. Y este es que sean agasajados mis hijos, Leonel, que tuve de Catalina de Lizaso, que ahora tiene diez años; y Johana, que tuve de Catalina de Esparza, que cuenta con nueve, por haber sido el único consuelo y alegría, junto con los proporcionados por mi hijo legítimo y heredero el buen príncipe Carlos, que he tenido en mi vejez. Y se hará de tal modo, dadas las fechas que son, justo como yo les había prometido, y será que tres hombres justos et cuerdos vestirán ropas lujosas et se pintarán el rostro con oleos y aceites para remedar ser los Reyes que de Oriente vinieron a adorar a Nuestro Señor. Et sepan todos que, de poder incorporarme del lecho, haré yo el papel de rey Melchor, que mucha devoción tengo por él, et si non pudiera yo incorporarme, o la muerte me llevase antes consigo, sea mi canciller Pedro de Zabalza -que gusta mucho siempre de hacer monerías- quien lo haga. Et sean entonces los otros dos reyes los caballeros Alberto de Elizalde -que es pelirrojo y sabio, como Gaspar- y Miguel de Zuazu -que es elocuente, retórico y moreno de piel, como Baltasar-. Y habrán de ir los tres juntos a la alcoba del palacio donde residen Leonel y Johana, y habrán de entregarles como regalo a cada uno una espada de madera muy bien labrada y una muñeca muy bien cosida. Entendiéndose que ambos recibirán tanto la espada como la muñeca, que muy partidario soy de educar en igualdad a hombres y mujeres. Además tienen los regalos hondo significado, pues la espada es para que ambos sepan lo que ha costado a su padre defender Navarra; y la muñeca para que tengan muy presente lo que sufrió nuestro pueblo en todas las guerras que emprendí por mi loca cabeza. Et si todo esto no se hiciere tal y como así lo he dispuesto, no descanse mi corazón hasta vengarme del odiado rey de Francia primero, y de los tres supradictos caballeros después.
Obedézcase y cúmplase."
-Pues sí, no cabe duda de que don Carlos lo dejó muy claramente establecido. Y buena cosa será hacerle caso, no sólo por no tener su tembible corazón latiendo sobre nuestras cabezas durante siglos, si no porque esos pobres mocetes estarán aterrados en su habitación, con todo este ruido de campanas atronando a muerto por toda la ciudad, y sobre todo con la tristeza de haber quedado huérfanos de padre tan distinguido.
-En eso tenéis razón, que mucha alegría les dará saber que su último mandamiento lo dictó pensando en ellos. Pero aún así me niego a dar un paso si no incluimos también a los huérfanos del cercano Hospital de San Miguel en este embrollo de los regalos no sexistas e igualitarios.
-¿Y de dónde sacaremos los carlines necesarios para tanto chaval? Porque las arcas reales están completamente vacías...
-¡Zabalza lo pagará todo, como siempre!
Et dicen que mucho se alegraron Johana, Leonel y todos los muetes del Hospital de San Miguel por recibir tales regalos, que este cronista espera y desea que no sean nada comparados con los que tod@s l@s lector@s de mi Blog reciban esta noche.
Y sed buen@s, al menos tanto como el rey don Carlos II de Navarra.
© MIKEL ZUZA VINIEGRA, 2017