Mi amigo Galder Rodríguez Calparsoro tuvo hace días la gentileza -que le agradezco vivamente- de advertirme de la existencia de unos documentos relacionados con Carlos II de Navarra conservados hoy en día en los Archivos Departamentales de Calvados, en la ciudad normanda de Caen. Así que aprovecho para retornar fugazmente a mi abandonado blog para recuperar su fascinante historia.
Se trata de tres pergaminos en los que el rey de Navarra -actuando como conde de Evreux- se ocupa de la abadía de Saint-Cyr de Friardel, monasterio fundado en aquella villa normanda en el siglo XIII, que como tantos otros edificios medievales de la zona (muchos de ellos con connotaciones navarras) fue totalmente destruido en la II Guerra Mundial, durante el desembarco aliado de Normandía, en 1944.
Hoy sólo podemos evocarlo por viejas fotografías de principios del siglo XX, porque lo único que nos queda es un yacente y un precioso fragmento de mural del siglo XIV, donde -quién sabe- quizás aparezca representado el caballero Robert de Friardel, que es quien se somete al juicio señorial de Carlos II en uno de los citados documentos.
El caso es que en uno de esos friardelescos títulos (Signatura: H/9076/2), la inicial C de Charles aparece decorada con un cuartelado Francia/Navarra, mellizo (ya que no gemelo) del Navarra/Francia que campea en la bóveda de Ujué, y del que tanto me ocupé en mi libro EN RECTA LÍNEA.
El tablero reivindicativo del rey de Navarra sobre Francia que hoy día conservamos quedaría pues así, con la clave de Ujué, la queja del rey de Francia sobre la utilización del cuartelado Navarra/Francia por parte de Carlos II y este "nuevo" documento normando, que muestra el cuartelado Francia/Navarra, dando prioridad al reino más grande (sólo en tamaño, que conste):
Crónicas en las que, por cierto, no sale nada bien parado el rey de Navarra. De hecho muchos de los bulos históricos que su figura sigue padeciendo hoy en día, fueron creados precisamente por Jehan Froissart. Por ejemplo, el de que el rey de Navarra, por sus muchos pecados, murió quemado en su cama del palacio de Pamplona, igual que un alma condenada en el Infierno.
Por lo tanto no es probable que Jehan Froissart ejerciera de secretario -siquiera fugazmente- del rey de Navarra. Pero quien sí lo hizo fue Jacques Froissart, de quien sabemos que ya en 1364, en la mencionada derrota de Cocherel, fue hecho prisionero por los franceses. Carlos II tendría su labor en gran estima y debió rescatarlo, porque sigue apareciendo años más tarde a su servicio (lo cual no era un trabajo sencillo ni envidiable, teniendo en cuenta que a otro de sus secretarios, el fidelísimo Pierre du Tertre, el rencoroso y vengativo rey de Francia lo hizo apresar, torturar y finalmente descuartizar pocos años después, en 1378).